El edificio ubicado en Ferrocarril de Cuernavaca 211, en la colonia Polanco de la Ciudad de México, es una construcción existente de los años 80 originalmente edificada para albergar la sede capitalina de una empresa regiomontana.

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A través de un concurso privado, fuimos invitados a participar en el replanteamiento integral del inmueble. Dado el descenso en la demanda de oficinas en la zona, los propietarios decidieron transformar el edificio en un complejo de suites en renta con planta baja comercial, adaptando su función a las nuevas dinámicas urbanas del entorno.

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Nuestro punto de partida fue intervenir lo menos posible en la estructura original, preservando el carácter del edificio. Se propuso una nueva piel arquitectónica para las fachadas, respetando su morfología, pero actualizando los materiales y la eficiencia. En la fachada principal, que da hacia una avenida de alto tránsito vehicular, se plantea reemplazar la cancelería existente por una de mayor calidad, con aislamiento tanto térmico como acústico. En la fachada posterior, se conservan los vanos originales y se incorpora un nuevo recubrimiento exterior que mejora el desempeño térmico frente a la orientación poniente.

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En el basamento del edificio, se proyectaron dos niveles comerciales: un local con acceso directo desde la calle en planta baja y, sobre el mezzanine, un espacio de coworking abierto tanto a los usuarios del edificio como a los habitantes de la zona. El patio posterior, actualmente utilizado como estacionamiento, se reimagina como un espacio al aire libre con áreas de mesas, zonas de yoga y un jacuzzi, creando un entorno más social y habitable.

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Del nivel 1 al 8, se reorganiza completamente la distribución interior para alojar suites en renta de corta y larga estancia. Se desarrollaron tres tipologías de unidades, con superficies entre 25 y 45 m², alcanzando un total de 68 llaves. Algunas de ellas cuentan con la opción lock-off para adaptarse a huéspedes que requieren mayor flexibilidad o estancias familiares.

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Finalmente, la azotea —actualmente destinada a servicios y maquinaria— se transforma en un espacio común con carácter público, con distintas áreas de convivencia: asadores, zona de bar, juegos y espacios de descanso con las mejores vistas hacia la ciudad.

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Gracias a una serie de intervenciones precisas y respetuosas con la estructura original —clave en una zona sísmica como la Ciudad de México—, nuestro despacho fue seleccionado como ganador del concurso para la ejecución del proyecto.

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